¿QUE SUPONE UNA ZONA DE BAJAS EMISIONES (ZBE) PARA VILAREAL Y SUS CIUDADANOS?

¿QUE SUPONE UNA ZONA DE BAJAS EMISIONES (ZBE)?

Recientemente nuestro alcalde, José Benlloch, ha reclamado una moratoria para la implementación de la zona de bajas emisiones en nuestra ciudad argumentando que en caso de no ser concedida esta moratoria se está condenando al centro urbano de nuestra ciudad. Dejando de un lado esta opinión con la que los ciudadanos pueden estar de acuerdo o no, nos gustaría explicar los retos que supone tanto para el ayuntamiento como para los ciudadanos implementar y vivir o acceder a una ZBE, tomando como ejemplo la experiencia de Madrid y Barcelona.

Poner en marcha una zona de bajas emisiones supone todo un reto para un ayuntamiento, pues necesita dotarse de mecanismos y herramientas para gestionar esta zona de bajas emisiones de forma eficiente. Esto requiere de una fuerte inversión, pues entre otras, estas son algunas de las medidas que debe implementar.

  • Cámaras de vigilancia conectadas a la DGT para controlar mediante la lectura de la matrícula si el vehículo que accede a la zona de bajas emisiones está habilitado para ello o no.
  • Implementar un sistema para generar automáticamente las multas de los vehículos detectados por las cámaras de vigilancia del punto anterior
  • Actualizar el sistema informático de las zonas azul y verde para implementar un sistema de precios basado en la clasificación de nuestro vehículo que incentive el cambio a un vehículo ecológico. Por ejemplo, en Barcelona el precio de la zona azul es el siguiente:
    • Vehículos con etiqueta 0 – 0€/hora
    • Vehículos con etiqueta ECO – 2,5€/hora
    • Vehículos con etiqueta C – 3,25€/hora
    • Vehículos con etiqueta B – 3,5€/ hora
    • Vehículos sin etiqueta – 3,75€ /hora
  • Creación de zonas de aparcamiento gratuito fuera de la ciudad conectadas con transporte público al centro de la misma para que la gente de fuera de la cuidad que viene a trabajar cada día pueda acceder al centro de la ciudad fácilmente
  • Creación de un sistema de autorizaciones diarias de entrada a la zona de bajas emisiones para todos aquellos que no dispongan de un vehículo que cumpla los requisitos de la zona de bajas emisiones puedan acceder a la ciudad sin problemas. Tomando como ejemplo Barcelona. Los vehículos sin etiqueta no registrados en Barcelona pueden acceder un total de 10 días al año al centro de Barcelona pagando un ticket de 2,5€ al día.
  • Creación de un sistema para gestionar situaciones excepcionales. Pongamos el caso siguiente: ¿Qué pasa en el caso que un vehículo sin etiqueta entra en la cuidad porque esta trasladando de forma urgente a un enfermo al hospital? No sería justo que fuera multado por un agente de la ley o mediante el sistema de cámaras que se ha mencionado antes, el ayuntamiento debe ofrecer a ese ciudadano la forma de justificar esa violación de la ZBE.
  • Descuentos en el Impuesto de circulación según el distintivo ambiental del vehículo
  • Incrementar la frecuencia y numero de autobuses de transporte público para facilitar a los ciudadanos la movilidad en la ciudad.
  • Incrementar los puntos de recarga de vehículos eléctricos dentro de la cuidad
  • Disminuir el numero de plazas de aparcamiento para desincentivar el acceso en coche
  • Y muchas otras más.

Qué medidas se toman en la implementación de la ZBE y que plazo da el ayuntamiento para que los ciudadanos se adapten a ellas será crucial para que la ZBE sea un éxito. Si disminuir el número de plazas de aparcamiento revierte en mejores zonas para andar y disfrutar de la ciudad y en medidas como que bares, restaurantes y pequeños comercios pueden extender sus terrazas o expositores, minimizará el impacto que la ZBE tendrá en el comercio y día a día de la ciudad, se estará cambiando un poco el modelo de ciudad, pero una medida compensará a otra.

Vilareal, por otra parte, tiene una densidad de población 16 veces menor que Barcelona y 5,5 veces menor que la ciudad de Madrid, con lo que las medidas a tomar, no tienen porque ser tan retrictivas como en las dos capitales, haciendo la adaptación a la zona de bajas emisiones mucho mas llevadera tanto para sus ciudadanos y visitantes.

Todo y ser más llevadera, no por ello dejará de requerir de esfuerzo. Hay quien se verá obligado a cambiar su coche o furgoneta más pronto que tarde (independientemente de las moratorias que el ayuntamiento puedo dar a autónomos y pequeñas empresas), con lo que se verá obligado a realizar un esfuerzo económico que no entraba en sus planes. Hay quien dejará el coche en casa entre semana y lo cambiará por la moto, la bicicleta o el polémico patinete. Hay a quien la ZBE le servirá de excusa para dejar de conducir definitivamente o convencer a un familiar querido que lo haga. Hay quien trasladará su oficina a su casa definitivamente para depender menos del coche. En realidad, existen casi tantos casos como personas en Vilareal. A unos les tocará más el bolsillo que a otros. A unos les costará adaptarse más que a otros, pero la ZBE no es más que el principio del cambio hacia un modelo ciudad y de vida más sostenible, y no hay marcha atrás.


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