La ley exige que para la obtención de la habilitación para prestar servicios de seguridad privada, los vigilantes y guardas de seguridad particulares tienen que tener la capacidad física y psíquica necesaria para el ejercicio de sus funciones.
Esto se acredita mediante un certificado médico basado en pruebas y exploraciones médicas y psicológicas para descartar situaciones de riesgo. Deben pasar estas pruebas quienes desean obtener la habilitación o renovación para continuar sus prestaciones como vigilantes de seguridad o como guardas particulares del campo en sus distintas modalidades.